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La iluminación en el hogar, cuestión de salud

Deberíamos vivir al sol, o disfrutar de la luz de la luna y de las estrellas.

La iluminación es determinante para la salud y el confort en el hogar. ¿Cuáles son los principales problemas que encontramos en la iluminación de la casa para nuestra salud?

Lo primero es que en general vivimos a oscuras o, lo que es lo mismo, con una gran carencia de luz natural, lo cual afecta al estado de ánimo y al rendimiento físico e intelectual.

Por otro lado, la iluminación artificial no se parece en nada a la luz del sol, usamos luces demasiado cálidas (incandescentes) o demasiado frías (led) y ninguna de las dos tiene los siete colores del arco iris, como la luz que recibimos del sol. 

Existe una gran preocupación por la invasión de diodos led. Tal y como nos alertan las investigaciones científicas, la mayoría de las luminarias generan campos eléctricos y magnéticos nocivos que, al estar muy cerca de las personas, nos afectan de modo permanente aumentando el estrés, resultando una iluminación tóxica.

Finalmente, preocupa el exceso de iluminación nocturna, ya que después de la puesta del sol excitamos nuestra retina con horas de exposición a las pantallas, iluminación muy diferente de la luz de las estrellas.

Vivimos a oscuras 

Nuestras viviendas están poco iluminadas, reciben poca luz solar y con una iluminación artificial insuficiente para estar mentalmente despejados y alerta, con intensidades que oscilan entre los 100 y 300 lux, mientras que la naturaleza nos da 10.000 lux un día nublado, y hasta 150.000 lux un mediodía de verano.

Siguiendo el ciclo solar, por la mañana necesitamos una luz brillante de intensidad de 800 a 1.000 lux (umbral “brigth ligth”), para estimular los neurotransmisores y despertar el sistema nervioso, segregando serotonina sin necesidad de estímulos químicos, como café o tabaco. 

La neurociencia afirma que la luz es biodinámica, afectando al sistema endocrino y a todos los sistemas biológicos, y dado que pasamos más del 80% del tiempo entre cuatro paredes, la luz es esencial para el confort y para la salud. 

La falta de sol afecta al estado de ánimo, la luz invernal de otoño-invierno, puede ser causa del trastorno afectivo estacional (TAE) que produce apatía, exceso de apetito y depresión, según las investigaciones realizadas por el Dr. Rosenthal en 1981.

Espectro completo 

Se aconseja una iluminación artificial del tipo “fullspectrum”, con todos los colores del arco iris, es decir, similar a la luz del sol. La luz de espectro completo permite la germinación vegetal y el pleno desarrollo de los niños, es vital para que nuestra mente, el sistema endocrino y el sistema inmunitario, funcionen a pleno rendimiento. 

Esta iluminación no la producen las bombillas incandescentes, el filamento incandescente de wolframio emite una luz cálida, anaranjada, con ausencia de los tonos de alta frecuencia, verde, azul y violeta. Por el contrario, los fluorescentes comunes dan una luz fría incompleta, verde-azulada, donde falta azul-violeta y naranja-rojo. 

Diodos led

Esta iluminación es tolerable si se evita la visión directa con pantallas o elementos difusores, preferentemente con luces indirectas que iluminen techo o paredes, para evitar la visión directa del foco luminoso.

Con el falaz argumento ecológico del ahorro energético los diodos led ya son la principal fuente de luz de los hogares, y es difícil encontrar luminarias que no sean led.

Ya en 2010 la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Medio Ambiente y Trabajo (ANSES) de Francia, afirmaba que la luz azul-añil que emiten, supone un riesgo para la retina, aumentando la degeneración macular, trastorno ocular que destruye lentamente la visión central y aguda, se considera luz tóxica.

Según ANSES, este riesgo fotoquímico “resulta generalmente de exposiciones poco intensas repetidas en largos períodos”, destacando que los niños “son particularmente sensibles a este riesgo, en la medida en que su cristalino está en desarrollo y no puede asegurar su papel eficaz de filtro de la luz”. En esta misma línea destacamos por su relevancia la investigación de Celia Sánchez-Ramos en la Escuela de Óptica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), con más de 100 investigadores, financiada por la Fundación Mapfre.

De forma que se confirma, pues, que la luz de led tiene efectos nocivos para el epitelio pigmentario de la retina, con incremento de la apoptosis, o muerte celular, mayor del 90% producida por la exposición directa.

Al ser los diodos una fuente de luz monocromática, los expertos plantean si la ausencia de los demás colores del arco iris, pueda tener tanto o más efecto nocivo que el exceso de luz azul. Es urgente, pues, el estudio del potencial impacto de los diodos de luz azul en la salud humana y planetaria. 

Fuentes de luz artificial 

Todas las fuentes de luz artificial producen una contaminación electromagnética (elektrosmog), que afecta a la salud. Por lo tanto, debemos guardar una distancia de seguridad, especialmente, entre la cabeza y la lámpara, en los puestos de trabajo y de estudio.

Las reactancias (balastos), los transformadores (cargadores) y los variadores de potencia (dimmer), son fuente de interferencias electromagnéticas, electricidad sucia que invade la red eléctrica doméstica. 

Iluminación nocturna 

Alargar artificialmente el día en el hogar, no es muy saludable. Lo natural sería ajustar nuestra jornada al ciclo del sol, e “ir a dormir con la gallinas” como decía mi abuela.

Es nocivo usar luces brillantes después de la puesta del sol, sería recomendable usar luces cálidas con menos de 3.000 ºK (anaranajadas) con baja intensidad y evitar las luces frías con más de 5.000 ºK (azules), como los led.

La exposición nocturna a la luz tóxica azul se ve incrementada por el uso de pantallas (televisión, ordenadores, tabletas, smartphones), todas retroiluminadas con led. Esto es más grave en los niños, que se ven obligados a estudiar con mala iluminación y utilizar un ordenador o una tablet. 

El exceso de luz nocturna afecta a la glándula pineal, inhibiendo la secreción de melatonina. El ciclo de la melatonina es la llave de los biorritmos circadianos que regulan los períodos del sueño y la vigilia, además de otros procesos biológicos vitales. 

Invasión de led en el alumbrado urbano 

Un estudio de la Universidad de Exeter (UK), publicado por Science Advances, alarma por el crecimiento en Europa de los led en la iluminación pública. La polución lumínica que producen perjudica la observación del cielo estrellado, y afecta a todos los ecosistemas, repercutiendo en la salud de humanos y animales.

Altera los ciclos de sueño y vigilia, la rutina de descanso y el comportamiento, con mayor riesgo de padecer obesidad o diabetes, y aumenta la agresividad, además de ser causa de deslumbramiento en las carreteras. 

Como conclusión, decir que quizás estamos olvidando vivir al sol, o disfrutar de la luz de la luna y de las estrellas.  

*Domobiótica, estudio multidisciplinar de los factores ambientales de un espacio habitable, vivienda, lugares de trabajo, etc.

http://domobiotik.blogspot.com/

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