
Hablar de paz asusta a los dueños del planeta
En el calendario europeo hemos incluido una nueva efeméride: se ha cumplido un año desde que Rusia invadió Ucrania.
En el calendario europeo hemos incluido una nueva efeméride: se ha cumplido un año desde que Rusia invadió Ucrania.
Arrancamos el año vaciadas de tiempo, con la agenda a nuestra disposición, las promesas aún por enunciarse y los deseos disfrazados de propósitos.
Celebramos que las personas que se dedican a cultivar la tierra o a proveernos de los frutos del mar se hagan conscientes de las consecuencias de sus actos y busquen caminos que no pasen por generar más violencias sobre la trama de la vida.
Nuestra cultura circunscribe el asombro al terreno de la alegría considerando natural que ante el dolor lo inevitable sea la huida. Propongo lo contrario: abrir los ojos en medio de la oscuridad. Sólo así aprenderemos de nuestros males.
Necesitamos que nuestras palabras regresen al asombro, sólo así podremos contribuir a la transformación pacífica del mundo. Toca recuperar el aliento poético, este nos permite abrazar la incertidumbre y las incógnitas.
En torno al 80% de nuestro organismo es agua, nuestros fluidos contienen sal, el equilibrio de nuestro cuerpo depende de una exquisita y adecuada combinación de minerales…
Narrar en tiempos de colapso implica hacerlo en presente y desde el centro de la herida, reconociendo que lo que nos sucede como individuos, también nos sucede como especie, como seres vivos en un planeta agotado.
El hecho de que este modelo económico expulse de su circuito a más y más personas demuestra que su crisis es irreversible.
Retratar la naturaleza suele ser una actividad silenciosa. El acto de ver está preñado de contemplación cuando interviene el tiempo sin relojes.
En un mundo que al fin se experimenta como interconectado y, por tanto, complejo y en constante evolución, es necesario recordar que el desarrollo y los resultados de cualquier acontecimiento están determinados por sus condiciones iniciales y que influimos en él aunque no podamos controlarlo.