El cuarto de baño es imprescindible y, sin embargo, una de las estancias en la que se invierte menos tiempo en pensar, de verdad, cómo queremos habitarla.
Hay dos aspectos claros en el uso de este espacio: el puramente fisiológico y el higiénico.
Decidir si el inodoro debe compartir el espacio con el resto de las piezas, puede ser un buen punto de partida a la hora de proyectar nuestro baño. Si miramos hacia atrás en la historia, vemos que se tendía a alejar lo fisiológico de la vivienda, literalmente se echaba “fuera”, y lo higiénico se vinculaba más a rituales de bienestar y se realizaba en el interior.
Separar el inodoro del resto de elementos como un pequeño aseo: inodoro y lavabo, aunque sea dentro de la misma estancia proporciona intimidad y facilita el uso del baño al resto de habitantes de la casa; separarlo es una decisión personal en la que el espacio disponible y su forma impondrán sus condicionamientos. Una vez decidido, distribuiremos los elementos del baño, teniendo en cuenta que podamos movernos sin temor a lastimarnos con ninguna pieza y con el objetivo de conseguir un diseño sostenible y saludable. Es aconsejable separar la ducha o bañera, con mamparas, situar el lavabo cercano a la puerta de acceso, el inodoro entre mamparas, etc.
Baños saludables
Partiendo siempre de que vamos a elegir materiales y sanitarios que cumplan con criterios de sostenibilidad y salud, conjugaremos el espacio con nuestro gusto personal hasta llegar a ese cuarto de baño en el que nos vamos a sentir cómodos.
Escogemos el inodoro, lavabo y ducha… no, no me he olvidado de la bañera y del bidet, no…
Aunque sea un placer tomar un baño completo en una bañera, tenemos que pensar en alternativas para no consumir, para una sola persona, tanta cantidad de agua; es un bien muy preciado y también deberíamos poder decir un bien “apreciado”.
Pensar en todos los aspectos que guardan relación con el uso de esta estancia nos puede llevar a tener un cuarto de baño que nos ofrezca mucho bienestar sin un abuso en el consumo de agua.
Bidet
En cuanto al bidet, en los inodoros más novedosos ya se está incorporando un práctico sistema de higiene íntima, que probablemente se irá implementando. Prescindir del bidet como elemento independiente nos ayuda a recuperar espacio, y cuando sea realmente necesario se podrá instalar fácilmente.
Inodoro
En la elección del inodoro existen diferentes tipologías: apoyados en el suelo o suspendidos, con depósito visto o integrado en el tabique; casi todos disponen de doble pulsación de carga (completa o media), si preferimos aspectos de estética existen modelos para todas las tendencias, por ejemplo podemos escoger un modelo “retro” que permite instalar el depósito de agua (la mochila) bajo el techo, como antaño, y la descarga puede ser manual (volviendo a lo de “tirar de la cadena”) o con pulsación.
Los fabricantes de sanitarios, sensibles a los problemas medioambientales, invierten en sus departamentos de I+D para conseguir optimizar el consumo de agua en sus productos y ofrecen al mercado elementos en esa dirección.
Por ejemplo, el modelo “W+W “ de Roca ofrece la combinación compacta de lavabo + inodoro que ahorra espacio y, sobre todo, agua. El agua utilizada en el lavabo se filtra y desagua hacia el depósito del inodoro reutilizándose como descarga.

Sin agua
En algunos colectivos profesionales y en aseos públicos, resulta práctico utilizar los urinarios, para estos casos tenemos una opción sostenible, la casa Veltia ofrece un modelo de urinario seco, “Zerowater“, no necesita descarga de agua después de su uso gracias a una doble válvula, este elemento es, además, de Km0 ya que se fabrica en Sevilla, también disponen de adaptadores ZW.

Si vivimos en una casa aislada tenemos la opción de instalar un inodoro “seco”, como el que nos ofrece la casa Lécopot, en este caso los restos orgánicos no van a entrar en contacto con el agua, sino que van a seguir otro “tratamiento” mucho más natural. Estos inodoros son útiles también en viviendas para habitaciones especiales. Puedes encontrar un ejemplo de váter seco en este artículo.

Lavabos
Para la elección del lavabo contamos con muchas opciones. El material suele ser cerámico; también pueden ser de acero, vidrio y artesanales, con la técnica de “tadelakt” de una textura agradable y con una bonita carta de colores a base de pigmentos naturales.
En cuanto al aspecto formal, las formas redondeadas resultan más amables a la vista y la energía fluye mejor alrededor.
La ducha
El elemento que más nos acerca a experiencias sensoriales, estar bajo el agua vitaliza y proporciona bienestar. Ya desde la antigüedad se asocia a rituales de purificación.
Se comercializa con diferentes características terapéuticas, por ejemplo, para baños de color (cromoterapia), hidroterapia y aromaterapia; de confort, en la que, sencillamente nos sentimos cómodos porque tiene el tamaño que necesitamos, el color que nos gusta y la temperatura adecuada. Con mamparas para mantener la temperatura que ha proporcionado el agua.
La temperatura del baño, cuando la climatología general es fresca, conviene que sea un poco más cálida que en el resto de la vivienda.






Grifería
Recordemos que las griferías ofrecen diferentes sistemas de ahorro: aireadores que mezclan aire con el agua, con micro agujeros, un reductor volumétrico para la ducha y de un dispositivo de recirculación de agua que la recupera mientras llega con la temperatura deseada.
Es conveniente contar con filtros para el agua de ducha, recordemos que la piel tiene capacidad absorbente.
El grifo del lavabo, uno de los que más se usa, debería tener la apertura central del agua fría.
Limpieza
En cuanto a la limpieza ya sea la personal o la del baño, preferentemente de productos ecológicos (comentados en los anteriores artículos) y cosmética natural; un cestillo para hacer las funciones de papelera ya que por los sanitarios deben correr solamente el agua y lo estrictamente inherente a las necesidades fisiológicas.
Ventilación
Es recomendable una ventana al exterior para tener luz natural y ventilar, no solamente por los olores, sino porque ventilar es necesario en toda la vivienda.
En resumen, elementos de materiales naturales, grifería con sistemas de ahorro de agua, productos ecológicos para la limpieza, cestillo-papelera, iluminación natural o iluminación artificial adecuada, buena ventilación.
Espacios de baño El lugar del baño debe ser cálido y cómodo para la higiene, también seguro, sin peligros y de fácil uso para toda la familia. Los elementos como armarios y estantes preferibles de madera, bambú o de obra. Los textiles de algodón ecológico sin aprestos: toallas, cortinas, alfombras. Uno de los accidentes más habituales es resbalar dentro de la bañera o de la ducha, también dentro del propio cuarto de baño, para evitarlo el suelo debe poder frenar el resbalón. Iluminación En relación a la iluminación, la mejor es la luz natural, aunque necesitamos el apoyo de la luz artificial para las primeras y últimas horas del día, como mínimo. Es aconsejable contar con una iluminación general para pequeñas actividades y crear el ambiente que deseamos y otra funcional y dirigible para realizar actividades más precisas. En las luminarias y el cableado, evitar elementos externos que la humedad, el vapor o el calor puedan afectar o que pueda dañarnos al contacto; por ejemplo los enchufes; interruptores y luminarias compactas y empotradas eliminan el posible contacto. Evitar humedad y agua en el suelo y cables y enchufes en las zonas más bajas. En el baño será suficiente un enchufe sobre el lavabo para espejo, secador, maquinilla de afeitar y alguno más para calefactores donde se necesiten, evitar extender cables y colocar demasiados enchufes. Los interruptores a 100 o 110 cm desde el suelo. Tener en cuenta que el agua es un excelente conductor de la electricidad. Humedad Evitar la aparición de moho y bacterias propias de la humedad, se originan muy rápidamente y eliminarlas resulta difícil. La ventilación natural es la más efectiva y el sol directo es lo más recomendable; en caso de no poder acceder a esta ventilación, será necesario un sistema mecánico que elimine la condensación de vapor. Gas radón En lugares de alta concentración de gas radón en el subsuelo es probable que el edificio esté expuesto a esta radiación. En relación al baño, cuando el agua se calienta y se produce vapor o una pulverización fina, las partículas del gas se liberan al aire y pueden inhalarse fácilmente. Es un gas incoloro, insípido e inodoro que está presente en muchas zonas, representa un potencial riesgo para nuestra salud, tiene la capacidad de adherirse a las partículas de polvo. Es conveniente realizar un estudio de la posible incidencia de este gas en las viviendas que estén en zonas de concentración del radón. Almacenar Las medicinas, cosméticos y otros accesorios como maquinillas de afeitar, cuchillas, tijeras, etc. deberán estar almacenadas por separado y alejadas para evitar un acceso fácil y que la humedad o el salpiqueo del agua de ducha pueda afectar. Plantas En los cuartos de baño con buena iluminación natural se pueden tener plantas. Deben ser cuidadosamente elegidas pues van a tener buena humedad ambiental, vapor caliente y temperatura cálida durante todo el año. Podemos tener casi cualquier planta de interior, cuidando de sacarla al exterior ante un vapor muy caliente. Una selección puede ser: helechos de sotobosque; Chamaedorea elegans requiere humedad y claridad, pero no luz directa; Dizygotheca elegantísima, también requiere humedad, temperatura elevada y luz brillante; bambú; Epipremnum aureum, pothos.