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Equilibrar las emisiones de CO2 en la construcción

El sector de la construcción necesita tomar conciencia del necesario equilibrio de sus emisiones de GEI.

Es necesario tomar conciencia del necesidad de equilibrar las emisiones de CO2 en la construcción. Aproximadamente el 40% de la demanda de energía primaria y la mitad del consumo de materias primas, procede de este sector. Para conseguir la neutralidad deben reducirse drásticamente estas emisiones.

Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC 2018), el calentamiento causado por las emisiones antropogénicas persistirá durante siglos y milenios causando cambios a largo plazo en el sistema climático. Si las emisiones continúan al ritmo actual, en los próximos años se alcanzará un aumento de 1,5 ºC. Hay diferentes contabilidades, algunas afirman que la inercia térmica oceánica ya aporta esta cifra, si bien, hay consenso en que a este ritmo quedan menos de 5 años para agotar el presupuesto de carbono para estos 1,5 ºC. Otros informes aseguran que vamos directos hacia un escenario de +3 oC en 20 años .

Algunos países han establecido objetivos y fechas para alcanzar su neutralidad de carbono: Uruguay y Noruega para 2030, Finlandia 2035, Suecia 2045 y la Unión Europea, EE.UU. y Rusia para 2050. Las prioridades no coinciden y muchas naciones están todavía sin un planteamiento claro, otras manifiestan su intención de alcanzar cero emisiones en 30, 40, 50 años.

Según los desarrollos políticos recientes en la UE, parece haber una tendencia a establecer cuotas de carbono para los edificios de arriba hacia abajo. El presupuesto de carbono para el sector de la construcción se deriva de actos como las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional del Acuerdo de París (Naciones Unidas 2015) o de legislación climática compatible. En la UE se ha publicado una metodología ejemplar para la asignación de emisiones nacionales al sector inmobiliario.

Un edificio con cero emisiones de carbono equilibra las emisiones de gases de efecto invernadero. Se trata de reducir el uso de energía para minimizar la cantidad de emisiones de carbono asociadas: aislamiento térmico, luz y ventilación natural o capturar energía solar para el confort.

Eliminar los GEI

Existen medios naturales y tecnológicos para eliminar los GEI de la atmósfera.

Los medios naturales. Incluyen el secuestro de carbono a través de la fotosíntesis, la acumulación de materia orgánica en los suelos, la captación de carbono en los ecosistemas acuáticos y los procesos geológicos lentos, como la erosión de las rocas.

Los medios tecnológicos, para la eliminación de dióxido de carbono (CDR) o tecnologías de emisión negativa (NET-TNE). Para almacenamiento en biomasa o conversión a una forma diferente para almacenamiento a largo plazo. Por medio de sorbentes para capturar CO2; fijando el CO2 ambiental; transición a compuestos estables; produciendo una corriente de CO2 gaseoso o líquido altamente concentrado que puede almacenarse o utilizarse para manufacturar otros productos.

La forestación, producción de biochar  (carbón biológico). La energía de la biomasa . Captura de aire , meteorización química acelerada de rocas, procesos de sosa-cal  y tecnologías más complejas que requieren de investigación y continuada.

Capturar y almacenar

La captura y almacenamiento de carbono (CCS) es una de las herramientas clave para lograr los objetivos de reducción de emisiones de CO2. Incluye varios procesos y tecnologías de eliminación de las fuentes de emisión: capturar antes de que lleguen a la atmósfera; y tecnologías que tras capturar y separar el CO2 se comprime para su transporte y almacenamiento o utilización a largo plazo.

Materiales de construcción de base biológica

El efecto de los materiales de base biológica es de alrededor de 1,5 t de CO2 evitado por tonelada de material utilizado en lugar de un material abiótico. Madera, bambú, paja, cáñamo, arcilla, piedra, arena son materiales con emisiones desde 0 o negativas .

En la construcción tradicional siempre se han utilizado residuos y desechos agrícolas, paja, mazorcas, tallos, restos de corcho, cáñamo y un largo etc., como materia prima de aplicación en las distintas partes de un edificio, incluso se ha utilizado micelio.

La captura de carbono en estos materiales, hasta el final de su vida útil, puede extenderse si, en su reutilización o reciclado, no pierde su contenido de carbono.

Es importante tener en cuenta el transporte, ya que incrementa considerablemente la huella de carbono de cada material transportado.

Seguir investigando

El proceso de absorción y desorción del carbono está en estudio. Con toda seguridad en poco tiempo habrá nuevos desarrollos. La investigadora Judy Yang, profesora asociada en la Universidad de Minnesota, tras un proceso experimental con arcilla, manifestó: “Creíamos que el carbono unido a la arcilla no podía liberarse dentro de un período de tiempo observable. Pero hemos visto que este proceso sucede en unas horas. Las enzimas pueden penetrar la arcilla y pueden liberar carbono protegido por la arcilla. Si esto sucede con un tipo de enzima, probablemente también suceda con muchas otras”.


Te puede interesar: La hoja de ruta de reducción de CO2 en la construcción


Resumiendo

Aplicar estrategias para el almacenamiento y captura del carbono en la construcción de edificios y debería tenerse en cuenta en los nuevos proyectos.

“Estos activos de larga duración deben utilizarse en los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático antropogénico. Al mismo tiempo, debe garantizarse que el aumento de las reservas de carbono en el entorno construido no provoque emisiones colaterales o disminuciones de otras reservas de carbono”, resumen los autores del informe ¿Cómo se puede almacenar el carbono en el entorno construido?

Neutralidad de carbono

Y subrayan “la importancia de adoptar un papel activo en el diseño de edificios conscientes del clima. Acercarse a la neutralidad de carbono requiere que se aplique un proceso de diseño iterativo, en el que las emisiones se reducen y las existencias aumentan simultáneamente”.

  • Para los y las profesionales que proyectan, señalan la necesidad de empezar a evaluar los depósitos de carbono en los proyectos. Estimar el almacenamiento de carbono a nivel de sitio y del edificio. Solicitar información a los fabricantes de productos.
  • Instan a los usuarios a demandar depósitos de carbono en el entorno construido. Establecer requisitos mínimos para la absorción y el almacenamiento de carbono en la contratación pública ecológica de edificios y obras de infraestructuras. Introducir la captación y el almacenamiento de carbono como parámetro en los concursos de arquitectura.
  • A los fabricantes de productos recomiendan incluir datos y escenarios de almacenamiento de carbono en las Declaraciones ambientales de productos de construcción.
  • A los responsables políticos: apoyar el almacenamiento a largo plazo en el entorno construido a través del desarrollo de políticas y requisitos normativos. Canalizar la financiación para acelerar el desarrollo de enfoques prometedores. Empoderar a los ciudadanos ofreciendo instrucciones prácticas sobre formas de almacenar carbono en el entorno construido.

Del informe: Cómo se puede almacenar el carbono en el entorno construido. Artículo de Matti Kuittinen, Caya Zernicke, Simon Slabik y Annette Hafner (2021). -How can carbon be stored in the built environment? A review of potential options, Architectural Science Review-, DOI: 10.1080/00038628.2021.1896471

Otras aportaciones:
https://www.inbar.int/es/resources/inbar_publications/informe-de-sintesis-de-politicas-1-el-bambu-un-recurso-estrategico-para-que-los-paises-reduzcan-los-efectos-del-cambio-climatico-spanish/
https://blog.moso-bamboo.com/es/cu%C3%A1nto-co2-se-almacena-en-el-bambu
https://es.cannabis-mag.com/comment-fonctionne-la-capture-de-carbone-dans-les-sols/
https://cse.umn.edu/cege/judy-q-yang

Reserva de carbono fósil y carbono biótico o biológico

Por Borja Izaola. Arquitecto

Hay que diferenciar entre (reserva de) carbono fósil y carbono biótico o biológico.

El 1º lleva millones de años reservado, producto de procesos de fijación de CO2 atmosférico en materia orgánica y acumulación en bolsas o vetas inertes, a lo largo de otros cuantos millones de años (no sólo petróleo -y gases asociados- y carbón subterráneo, también, muy especialmente, el metano del permafrost); una enorme proporción de estos han sido utilizados como combustible, reaccionando con la atmosfera y liberando no sólo el carbono contenido, sino también otra lista de Gases de Efecto Invernadero, aunque se simplifiquen bajo la unidad funcional de “Tonelada equivalente de CO2”.

El 2º (biológico) funciona en ciclos temporales recientes y cortos, en continuo equilibrio entre masa de biodiversidad viva y masa de biodiversidad muriendo y descomponiéndose. Una parte de este proceso fija CO2 y otra parte la libera a la atmósfera.

Este carbono biótico no reemplaza de ninguna manera al fósil en los plazos temporales de los ciclos humanos, de hecho, las transformaciones del suelo y la pérdida de biodiversidad está llevando a balances negativos de fijación (la biodiversidad está en la actualidad liberando más CO2 a la atmósfera de la que fija).

La masa de biodiversidad viva de mayor proporción en la actualidad (la ganadería industrial), por su modo de gestión y objetivos de ciclo vital, libera mucho más de lo que fija. Mientras el primer stock o reserva era fácil de cuantificar en tanto que reservado o fijo. Y el 2º está abierto en ciclos cortos con proporciones (negativas, de liberación) cada vez mayores.

Por otro lado la inercia del 1º es enorme, con procesos puestos en marcha que resultan imparables dentro de los ciclos humanos, mientras que el 2º sí puede acometer transformaciones en tiempos muy cortos (como demostró el parón del primer confinamiento del COVID).

Conclusión

Cuidado con llamar reserva de carbono a todo, y cuidado con fantasear con que la capacidad tecnológica y de mercado de la actividad humana es capaz de fijar las proporciones de carbono fósil liberados a la atmósfera.

No hay ni siquiera en fase prototipo ninguna tecnología capaz de fijar la escala de CO2 que las tecnologías de combustión (relativamente sencillas y de baja intensidad energética para su funcionamiento) han sido capaces de liberar en 100 años.

Los procesos son imparables para la temporalidad humana, el efecto de las últimas 5 generaciones lo van a ver las próximas miles de generaciones humanas. Hablamos de apenas 100 años frente a procesos de cientos de millones de años.

Mapa mundial de las reservas de carbono biológico en el suelo (GDOC). Fuente FAO.

Artículo aparecido en el número 71 de la revista EcoHabitar en otoño de 2021. Puedes adquirir un ejemplar en papel aquí.


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