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Escudos térmicos: más eficiencia en las estufas

Han tenido que pasar años para que empezáramos a entender que los Escudos Térmicos, un invento aparecido a primeros del siglo xx en CentroEuropa, pueden tener un papel destacado entre las estrategias de calefacción en nuestro país.

Por economía, por ecología, por flexibilidad de uso y bajo mantenimiento. Pero vayamos por partes. 

El Escudo Térmico es un elemento de mampostería por donde se hace circular el humo procedente de una estufa de hierro para acumular el calor en lugar de dejarlo salir sin más al exterior. 

Resultan más baratos y sencillos de construir que las estufas de inercia porque no tienen que soportar las altas temperaturas y las tensiones de tener una caja de fuego en su interior. No requieren ni ladrillos ni mortero de altas prestaciones. Como caja de fuego usan la estufa de hierro (que a menudo el cliente ya posee y conoce bien).

Proceso de construcción del escudo térmico. Ilustración © EcoHabitar

Ofrecen una respuesta rápida. La estufa de hierro está calentando la estancia desde el primer minuto. Eso los hace ideales para casas de fin de semana, en las que una estufa de inercia no empezaría a calentar hasta casi el momento de regresarse. 

Y en este país nuestro con climas muy distintos, donde podemos tener días calurosos con noches frías o largas épocas de entretiempo donde una estufa de inercia puede ser demasiado, los Escudos ofrecen flexibilidad. Abriendo el bypass podemos mandar el humo directamente a la chimenea calentándonos simplemente con la estufa de hierro, sin usar el Escudo. 

En Alemania usan a menudo el escudo para calentar una estancia aledaña a la estufa. Normalmente un dormitorio, que agradece un calor más temperado así como el no tener que entrar en él con leña ni salir con ceniza. 

Como en las estufas de inercia, su fuerte es el calor radiante 

El calor puede ser por Conducción, Convección o Radiación, normalmente es una mezcla de todo en diferentes proporciones. El calor por conducción es que tocamos algo caliente y nos lo transmite. Calor por convección es la transmisión del calor a través de un fluido, normalmente aire. Calentamos aire y el aire nos calienta a nosotros. El calor por radiación es el que preferimos. Es radiación por debajo del infrarrojo que emiten los cuerpos calientes a otros más fríos. Es el calor del sol, de la hoguera. Y calienta más los materiales más densos. Si pones al sol un trozo de hierro y un trozo de espuma, el hierro se calienta mucho antes y mucho más. En el ser humano lo primero que se calienta son los huesos. Por eso es un calor más agradable, calienta de dentro hacia afuera. Compara eso con el calor por convección, que aparte de levantar polvo y crear corrientes de aire nos pone la piel roja, la cabeza caliente y nos deja los huesos fríos. Es más agradable una estancia a 12°C por radiación que a 24°C por convección. 

Y decimos que ahorran porque aprovechan un calor que de otro modo se perdería por la chimenea. Pero igual es interesante no quedarse con lo del ahorro como si se tratara sólo de dinero. Se trata de cortar, apilar y trajinar menos leña, de cargar menos la estufa y dedicar el tiempo y el trabajo a otras cosas. 

Tamaños

El Escudo «tipo» tiene alrededor de 4 metros cuadrados de superficie de irradiación. Si esa superfice se pone a 70°C (caliente pero segura para niños o mascotas) emitirá unas 600 kilocalorías por metro cuadrado, o sea unas 2400 kCal por Escudo. Suficiente para calentar una estancia de 18 a 20 m² y 2’7 metros de alto. 

La instalación es sencilla, el escudo se apoya sobre una placa de vermiculita igual a su base, por lo que se puede instalar sobre el suelo acabado. Normalmente se colocan en la planta baja, pero su peso de alrededor de 600 kilos lo pueden soportar muchos forjados (hay que consultar un aparejador). La distancia de seguridad recomendada para con las superficies inflamables es de 20 cms (la estufa de hierro pide 40 cms) 

Como no se produce combustión no requiere toma de aire del exterior adicional, con la de la estufa es suficiente. 

Más o menos se construyen en dos días de trabajo y con que haya un sitio donde salir a hacer los cortes (un balcón o una terraza) es algo relativamente limpio. 

Una vez construído hay que dejarlo secar un par de semanas y luego encenderlo poco a poco para que vaya secando y para evitar que el agua en el mortero se convierta en vapor y raje la junta. 

Poco a poco

Un Escudo húmedo cuesta más de calentar porque contiene agua de la usada en su construcción y el agua tiene una inercia enorme. Cuando desaparezca esa humedad será mucho más fácil calentar el escudo. 

Y el funcionamiento no puede ser más sencillo: Para encender la estufa abrimos todos los tiros. A los pocos minutos la parte alta de la chimenea se habrá calentado, entonces cerramos el bypass y dejamos que el humo circule por dentro del Escudo. Si las estufas de inercia piden un fuego fuerte y rápido, la combinación de estufa de hierro con Escudo Térmico pide un fuego ni demasiado fuerte, que haría sufrir sobre todo a la estufa, ni demasiado flojo que produciría una combustión más sucia y más creosota. Lo ideal sería un fuego normal a 350°C y entrar a 200°C en el Escudo. 

Cuando por fin dejamos apagar el fuego y apenas quedan las brasas, cerramos el tiro del Escudo, reteniendo dentro el calor. El tiro tiene una holgura de seguridad estipulada por ley de un 10% para evitar problemas con el monóxido de carbono. 
Y poco más. Mantendrá el calor durante horas, ayudando a templar el ambiente en la madrugada, cuando la estufa de hierro lleva horas fría como un reproche y afuera cae la helada. 

¿Que hacen los «enteraos»?

Los auténticos «pros» del fuego meten leña dentro de la estufa cuando está completamente apagada pero aún caliente. Así para cuando quieren volver a prender la estufa está bien seca y arde como yesca. 

Al construir el Escudo dejamos dos registros. Dos agujeros tapados con una tapeta cogida con yeso. El único mantenimiento que tienen los Escudos es abrir estos registros una vez cada año o dos años para retirar la ceniza que se hubiera acumulado. Al contrario de las chimeneas que salen al exterior o los tubos que pasan por estancias frías, los Escudos mantienen temperaturas muy uniformes, no hay condensación ni creosota. 

Vivimos momentos en que lo que hacemos a nivel individual importa. Importa consumir menos recursos y usarlos con conocimiento. Tambien importa apostar por tecnologías probadas que nos hacen menos dependientes de las cadenas de suministro y a la vez nos permiten gestionar el mantenimiento nosotros mismos . Importa que junto a la crítica luddita a unas tecnologías high tech que nos han dado pan para hoy y hambre para mañana (literalmente) apostemos por aquellas mejoras que son una evolución natural y significativa del modo de vida que tenían nuestros antepasados y que igual es equivocado romantizar. Hagámoslo mejor.

Más info: https://telegra.ph/Escudos-T%C3%A9rmicos-03-13


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