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Geobiología y Bioconstrucción. 3ª parte

La Geobiología requiere una formación radiestésica teórica importante porque es una disciplina que se acerca a su vez a muchas otras, los terrenos a nivel geológico por ejemplo, la biología, la salud, la medicina y las terapias, la geología, la antropología, la hidrogeología, la física y de un modo especial la física cuántica, por citar algunos de un modo global.
Formación radiestésica

Me recuerda mucho al proceso psicoanalítico o psicoterapéutico. Uno realmente tiene que estudiar, conocer, saber lo más posible de aquello en lo que trabaja; pero en el momento del trabajo práctico debemos ser capaces de olvidarnos de todo, para que se manifieste la verdad de lo que allí acontece, ya que el más mínimo prejuicio, una comprensión prematura o esquema mental impuesto haría que ésta se fuera al traste.

Pues de la misma manera, cuando trabajamos en Geobiología, tenemos que conocer todos los procesos, los conceptos, las claves de lo que estamos buscando, los efectos que producen las alteraciones, los efectos de los campos eléctricos, de forma, etc… aunque en el mismo momento en que estamos realizando la operación del estudio, de sentir el lugar, se trata de sentirlo, no de conceptualizarlo, sino de conocerlo desde dentro; y eso requiere forzosamente olvidarnos de todo lo que sabemos, crear un pequeño vacío mental que permita un hueco, para que llegue el conocimiento de lo que es y acontece en ese sitio y en ese momento.

Mediciones técnicas

Luego está el aspecto de las mediciones de tipo técnico que se pueden realizar con el uso de aparatos, y que requieren, en primer lugar, una concepción clara de los conceptos teóricos de aquello que estamos midiendo (calidad del aire, radiactividad campos electromagnéticos, campos eléctricos de alta frecuencia, niveles de contaminación acústica, campos electrostáticos, etc…) sin olvidarnos del manejo adecuado de dichos aparatos. 

A su vez esta formación se va haciendo más compleja si tratamos de encontrar las aplicaciones adecuadas en todos los terrenos, ya sea  en la vivienda, aunque  también para la jardinería, el paisajismo, la agricultura, los árboles, etc…;  en realidad, por un lado puede parecer muy complejo y por otro no lo es; no se trata de tener que convertirnos en expertos de todo, pero sí de aquello que estamos haciendo cuando aconsejamos, en un área determinada, en función de lo que conocemos y podemos aportar. 

Quizás la formación más importante sea la de la propia humildad en el sentido de que cada vez que parece que llegamos a saber algo se abren muchas más puertas de las que no sabemos nada.

El Geobiólogo y los estudios

En el momento de elegir a una persona, o a un equipo de trabajo, se plantean algunas cuestiones que conviene tener en cuenta.

¿Cuál es la persona adecuada a la que puedo confiar un estudio? Afortunadamente cada vez hay una oferta mayor en este sentido. También es cierto que a veces se puede tener la duda legítima sobre si el estudio que realiza una persona puede llegar a ser distinto del que realizaría otra. Si se pueden encontrar variables diferentes. Además todos los que trabajamos en este campo sabemos que la propia sensibilidad puede tener altibajos, variaciones que hacen que haya momentos más idóneos para trabajar desde el punto de vista biosensible que otros, y del mismo modo que, en según qué condiciones, conviene no realizar un trabajo.

¿El encargo de un estudio a un geobiólogo y a otro van a dar siempre los mismos resultados? Teóricamente deberíamos responder que sí, si bien, en la práctica puede suceder que no sea así; sin embargo, ésta, es una pregunta de gran complejidad dadas las diferencias que existen entre unos y otros.

Una medición objetiva

Es cierto que existen factores de medición más objetivos, que vienen determinados por el uso de aparatos de medición; en estos aspectos no tendría porqué haber diferencias salvo que los aparatos no estén bien calibrados. (Este es un dato importante, porque hemos observado en algunas ocasiones, contrastando el uso de los mismos aparatos, que a veces las mediciones obtenidas podrían variar y en algunos casos con diferencias muy notables. También sucede con el uso de aparatos diferentes que deberían obtener las mismas mediciones o mediciones similares).

He podido comprobar que uno de los factores que pueden producir más distorsiones en los resultados de un estudio está en relación al momento en que éste se realiza. Es muy importante tener en cuenta algunas cuestiones que a veces se dejan de lado. Las fases lunares producen modificaciones importantes en las alteraciones producidas por aguas subterráneas, por ejemplo. A mayor luna creciente y  llena vamos a encontrar mayor intensidad de la alteración telúrica, al contrario de lo que ocurre cuando la luna esta en menguante o nueva (aunque siempre estará ahí la alteración)1. No habría que desdeñar, en la parte más sutíl de un estudio, otras influencias de tipo energético en función de las fases lunares.

Variaciones por las estaciones y el clima

También son importantes, por un lado los cambios de estación cuando las energías pueden aparecer más confusas a la hora de sentirlas, pero sobre todo cuando hacemos cierta medición en una época del año y es posible realizarla de nuevo en otra. Los sitios, hasta hace muy poco (debido al cambio climático) tienen sus propios ciclos anuales en relación a las lluvias, a épocas de más sequía; por ejemplo en Madrid, se venían observando, hasta no hace mucho, ciclos de 11 años, tanto para las lluvias más intensas, como para las épocas más secas. Esto hace que puedan existir variaciones muy diferentes entre un estudio que se realice en una época más seca o más húmeda, bien dentro del mismo año, o bien dentro de los ciclos que periódicamente se producen en una zona.

Efectos de algunas fallas

Con el ejemplo del agua subterránea es bastante fácil de entender, aunque se pueden producir otras variables que pudieran ser más complejas en torno a fallas u otros elementos que pudieran producir distorsión. En algunos casos hemos encontrado que los efectos de algunas fallas son sistemáticamente mucho más notables en unas estaciones del año que en otras. Por supuesto, lo tenemos como observación, ahora mismo no podemos generalizar este dato ni sabemos porqué se produce.

En todo caso, el método biosensible nos permite, a la hora de trabajar y de investigar un lugar, estudiar los datos obtenidos en el aquí y ahora, en el momento en que se realiza el estudio, aunque también ver los datos globales que podemos encontrar tomados como una media anual. Y es interesante porque vamos a observar sitios en los que apenas se van a establecer diferencias entre lo que medimos tomado como una referencia individual y única, y la media anual; mientras que por el contrario, en otros esta diferencia puede aparecer muy marcada y eso requiere entonces una investigación más a fondo para tener los datos más objetivos posibles. En todo caso reduciría elementos de error en función de lo que nos habíamos planteado.

Seguimientos adecuados

Otra cuestión muy importante que ayuda a minimizar errores, es realizar los seguimientos adecuados a un estudio; realizar seguimientos nos va a ayudar a que los datos sean valorados y contrastados, lo que ocurre es que esto siempre encarece el trabajo, ya que es mayor el tiempo dedicado, los desplazamientos, los informes, etc… 

Sin embargo es fundamental, si hemos establecido pautas de armonización del lugar; en este caso, siempre ofrezco la posibilidad de establecer un nuevo estudio de seguimiento que permita contrastar al cabo del tiempo todo lo que hemos realizado, ver si las armonizaciones establecidas funcionan o no, si es necesario hacer correcciones, o si, por el contrario hemos llegado a lo máximo que podemos dar.

En todo caso vuelven a aparecer en este punto las diferencias de cuando realizamos un estudio en una vivienda ya terminada y sobre la que no podemos intervenir demasiado, donde el seguimiento podría no tener ningún sentido, a la de una vivienda que se inicia desde cero en el terreno y donde nuestros seguimientos pueden producir efectos muy positivos en la búsqueda del lugar2, en los consejos aportados al arquitecto, durante la construcción, en los elementos finales, y en todo lo concerniente a los aspectos paisajísticos, de elevación vibratoria del lugar, etc…

Calibración del propio cuerpo humano

Cuando utilizamos el método biosensible es muy importante la calibración del propio cuerpo humano, el “saber hacer” de cada uno. Están las diferencias personales, la sensibilidad propia de cada uno, hay elementos que uno es capaz de sentir perfecta y rápidamente, mientras que para otros podría ser más costoso; a su vez las propias creencias determinan muchas veces el cómo realizamos los estudios y qué encontramos en los mismos.  Digo esto porque en los recorridos que he realizado, en la formación en este área he visto diferencias muy marcadas entre profesionales de un campo y los de otro, cuando se referían a la geobiología.  Y también, algunos que, para defender lo que tenían que ofrecer desprestigiaban lo que hacían otros. Cada uno, aferrándose a su pequeña verdad, a veces a su pequeño gurú,… es impresionante de qué modo las creencias pueden determinar los resultados que encontramos en el lugar. 

A modo de ejemplo

Hace poco realicé un estudio en los alrededores de Madrid; normalmente antes de realizar el estudio sobre el terreno, suelo pedir siempre un plano con el norte y algunas fotos que me sirven de testigo radiestésico porque me gusta ver a distancia, en la madrugada, una serie de variables que me permiten, por un lado, saber si puedo realizar el estudio de un modo eficaz, saber qué tipo de energías me voy a encontrar, por si hubiera dificultades para las que es necesario estar preparado o directamente conviene no realizar el trabajo  y también establecer el presupuesto oportuno.

Trabajando este material en la madrugada, me quedé sorprendido de la acumulación de alteraciones que allí existían. Agua subterránea sobre toda la planta de la casa, falla, dos chimeneas cosmotelúricas de un nivel vibratorio bastante bajo, con varios brazos…, realmente se trataba de un lugar difícil y con otras cuestiones sutiles complicadas por añadidura. Cuando le expuse el tema a la persona que me había encargado el trabajo me comentó que ya había estado otro geobiólogo haciéndole un estudio y le había dicho que estaba todo muy bien, y que había un punto negativo en un lugar muy específico que se podría eliminar colocando unos cuarzos.  Era evidente que, o bien yo estaba totalmente equivocado, o esta persona se había confundido. Salimos de dudas de dos maneras.

Saliendo de dudas

La primera fue investigando los datos de salud de las personas y las sensaciones que tenían. Si realmente un lugar está bien y hemos descartado variables de tipo personal, (algo muy importante a tener en cuenta) y apenas hay alteraciones, no tendrían porqué existir los efectos que allí nos encontrábamos, y que eran los mismos antes y después del estudio realizado con la armonización con cuarzo. Desde el punto de vista de la  salud había depresión, fuertes dificultades para ir a dormir, falta de descanso, insomnios después de despertares bruscos, pesadillas, etc… todo ello de un modo muy acumulado en el tiempo y con un carácter de gravedad importante, tal como se desprendía de las entrevistas sostenidas con la persona que hacía la demanda.

La segunda, fue trabajando directamente en el lugar y comprobando de un modo específico cada una de las cosas que, de un modo global, habíamos encontrado a distancia, concretando todos los elementos, observando algunos nuevos, y profundizando en aquellos que eran necesarios para ver el mejor equilibrio si fuera posible una armonización.

Un caso drástico

Este es quizás un ejemplo un poco drástico, y no creo que sea común, pero lo he traído porque es una realidad que ocurre en algunas ocasiones. Lo que sucede es que yo sólo me puedo hacer responsable de lo que veo, de lo que encuentro y con una responsabilidad que incluya también la posibilidad de mi error, si es que se diera en un momento.

En todo caso, ésta es una de esas preguntas que pueden existir para la que no encontremos soluciones en este mismo momento, y sin embargo no por eso debemos dejar de abordarlas. También a cada cliente le toca elegir a una persona en función de criterios de empatía, química, intuición, economía, etc…  y desconozco hasta qué punto es bueno solicitar el trabajo a personas diferentes para ver qué aportan cada uno, ya que se pueden producir confusiones mayores. Desde esta perspectiva, la responsabilidad siempre recae en la persona que encarga un estudio.

Lo que puede suceder de un modo más normal, o general, es que frente a datos de tipo común puedan existir diferencias de interpretación de un geobiólogo con respecto a otro, o que uno encuentre cosas que otro no encuentra.

Prepararnos cada vez mejor

De hecho, hemos hecho varias experiencias en este sentido y realmente las diferencias suelen ser más pequeñas coincidiendo normalmente en los grandes aspectos encontrados a nivel cosmotelúrico. Quizás alguna de las diferencias encontradas tengan que ver con la propia diversidad en la formación y, por tanto, de interpretaciones en torno a lo encontrado que cada uno haya tenido. 

Pero, en todo caso, es una realidad que existe y con la que tenemos que contar, no la podemos dejar de lado y lo único que podemos hacer de un modo honesto y responsable es prepararnos cada vez mejor, profundizar en los conocimientos de todo lo que va apareciendo, tanto en lo que respecta a lo teórico como a lo práctico; recoger cada una de las experiencias que se van realizando, tanto en el mundo específico de la geobiología como de cualquiera de las disciplinas que la rodean.

No dar por hecho que es otro el que se equivoca como he visto no pocas veces. Preguntémonos siempre si no existe la posibilidad de que hayamos cometido un error. Tratar de contrastar con personas que sean de nuestra confianza los datos que vamos encontrando. Y tener siempre un espíritu muy abierto a lo que sé, y sobre todo a lo que no sé, a lo que es, y también a lo que puede ser, a las nuevas posibilidades que la vida nos abre en cada momento con éstas y otras cuestiones. 

¿Cual es tu el método de en la formación radiestésica

En este sentido, y por si puede ser útil en los cursos que vengo realizando en la formación radiestésica desde hace tiempo y en el seminario permanente que realizamos en el Escorial, desde hace ya no pocos años de un modo sostenido y continuado, hay una máxima que repito y en la que insisto a todos los alumnos.

Les recomiendo que para aprender los métodos biosensibles, geobiología, radiestesia, etc… es muy importante que traten de ver cómo trabajan diferentes personas, cuál es el método que ha desarrollado cada uno, que conozcan el mayor número posible de técnicas, etc… no para imitar a nadie, ni tener que ser como nadie, se trata de que cada uno pueda incorporar aquello que resuena con sus propias capacidades, su personalidad y su forma de ser.  Esa es, en mi opinión, la verdadera clave que permitirá a cada uno avanzar desde una posición de consciencia. Al fin y al cabo insisto, que lo que cada uno puede transmitir no es más que una parcela relacionada con su propia experiencia.

Es muy importante en este ámbito, tener la humildad suficiente cuando nos encontramos  con cosas que no sabemos, a ciencia cierta, de qué se trata. Estamos trabajando con energías de las que con toda probabilidad sólo conocemos un poco, e imaginamos un poco más; quizás la punta del iceberg de dominios mucho más amplios y extensos de lo que seamos capaces de pensar. En este sentido es muy importante dejar puertas abiertas a lo que nos podamos ir encontrando.

Otro ejemplo

Tengo un buen amigo que trabaja desde hace años la geobiología y hace estudios, en mi opinión, suficientemente fiables. En sus estudios, es capaz de encontrar las redes Hartmann, los lugares alterados, etc… sin embargo, nunca encuentra líneas Curry; para mí es evidente que él no cree en la existencia de las Líneas Curry, y no se permite encontrarlas, digamos que no encaja en su esquema teórico.

A otras personas que vienen trabajando desde hace tiempo les parece fuera de lugar (por no decir delirante) la afirmación señalada anteriormente de que las redes globales Hartmann y Curry no se dan en lugares donde no exista electromagnetismo artificial.

No le dan lugar de credibilidad y es tan interesante como acudir a las investigaciones y darles por lo menos el valor de tales, salvo que uno encontrara errores lo suficientemente importantes como para negar las conclusiones de las mismas.

A modo de ejemplo

Hace poco estudiamos una vivienda que habíamos estado buscando, y encontramos, con suficientes buenos parámetros para una amiga y alumna en un cambio de casa. Sin embargo dimos con una energía en un punto muy preciso, que después de observarla una y otra vez, no logramos ver de qué se trataba, aunque las sensaciones eran claras, era de un punto a evitar; no logramos determinar que fuera una chimenea cosmotelúrica, a pesar de encontrar un círculo preciso en la esquina de una de las habitaciones de la casa, tampoco había agua subterránea, al menos formando parte de una canalización o curso de agua, (tuvimos dudas importantes de si se trataba de un pozo cegado, o una corriente vertical sin salida…).

Una energía difícil de catalogar

Estuvimos estudiando si se podía relacionar con un árbol que se encontraba justo en la ventana del exterior, muy pegado a la casa. Realmente no fuimos capaces de determinar con claridad de qué se trataba, pero la energía se encontraba allí y teníamos la total certeza de que la vertical de dicho punto era un lugar totalmente a evitar, especialmente en períodos prolongados.

Y así lo dejé reflejado en el informe del estudio que se le entregó y también quedó recogido en mis notas por si en algún momento podemos acceder a una nueva información.

Mente abierta para la formación radiestésica

Es necesario que dejemos siempre una parte abierta y no tener la necesidad de encajar todo lo que percibimos únicamente, en lo que conocemos. Estoy convencido además, de que con los cambios que se están produciendo en el planeta, cada vez nos vamos a encontrar mayores sorpresas y vamos a tener acceso a un mayor conocimiento.

A día de hoy, podemos decir que hay fenómenos que conocemos en sus efectos, aunque no estemos en condiciones de explicar como funcionan, o porqué son así.

Existen hipótesis que aún no están demostradas en un intento de explicarlas, pero son hipótesis por ahora; poniendo como ejemplo un coche, que todos conocemos, no es necesario que sepamos como funciona para conducirlo; en el campo de la Geobiología debemos seguir investigando de un modo permanente para comprender y llegar lo más lejos posible, aplicando, por supuesto, todo aquello que ya conocemos.


Notas

  1. Ver al respecto el excelente libro de Teodor Schew, “El Caos Sensible, Creación de las Formas por los Movimientos del Agua y el Aire”, en la ed., Rudfolf Steiner, Madrid, 1989
  2. Hay personas que se quedan en un primer paso en la realización del estudio encontrando el mejor lugar posible del terreno y estableciendo las bases de una armonización o elevación vibratoria.
    Sin embargo puede ser muy interesante un nuevo estudio en el momento en que se han establecido los tejados y están creadas las estructuras fundamentales, para ver si son necesarias correcciones o establecer nuevas pautas en función de los materiales, formas, estructuras, y variaciones de las redes globales producidas por la construcción.
    Una vez realizado todo, viene bien realizar un tercer estudio incluso cuando está todo absolutamente construido, es muy probable que no sea necesario, pero rizamos el rizo, mucho más aún si tenemos terreno y conviene activar puntos del lugar o trabajar otros aspectos que los trazados reguladores nos hayan podido aportar.
    Aunque en realidad esto encarece el trabajo, lo hace sin embargo mucho más rico, y es importante ya que la inversión de una vivienda suele ser cuantiosa, y la parte que pagamos en un estudio geobiológico nos puede realizar aportaciones muy interesantes, elevar la calidad vibratoria y vital no sólo de la vivienda, sino de nuestro entorno y además de alguna manera también, estamos garantizando nuestra inversión, tanto económica como en salud, ya que hacemos que ésta se concretice en una obra de creación lo mas armónica, bella y saludable.

*Daniel Rubio Guerrero es Psicoterapeuta,  viene realizando investigación y formación en relación a la geobiología y su relación con la salud desde hace más de 20 años.  Se ha especializado en el estudio de las Emisiones de las Formas,  Armonización de los lugares y la Arquitectura Sagrada. 
Trabaja el método biosensible en el estudio de la interacción de las energías de los lugares y las personas. Profesor en la politécnica de Madrid en el Máster de Arquitectura Bioclimática Mayab, dirigido por Javier Neila desde hace más de 10 años con los módulos de Geobiología y Salud. 
Viene impartiendo formación de Arquitectura Sagrada y Geobiología en la Encomienda templaria de Villalcázar de Sirga desde el año 2001. Y es Coordinador del seminario permanente sobre Geobiología y salud que se viene realizando en San Lorenzo del Escorial desde hace más de 10 años con una periodicidad de carácter semanal. Más info: Terra Áurea



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