Una nueva generación de pilotos, algunos con apellidos famosos en este deporte, conducen una nueva generación de coches. El tiempo se mantiene seco y la temperatura fresca conviene, según me explican, para que las baterías no se calienten demasiado. Durante la carrera deben cambiar de coche, ya que la carga no da para recorrer las 45 vueltas del circuito de 1,97 kilómetros, alcanzando los 200 km/h. Según los organizadores, al no emitir gases ni ruidos, los bebés siguen dormidos, este tipo de carreras se puede realizar en el centro de las ciudades. Parece que sirven de laboratorio para experimentar avances técnicos para los coches del futuro. Así, los bólidos que ganan hoy Las 24 horas de Le Mans aprovechan la técnica híbrida ultra-sofisticada que les permite recuperar energía en el frenado que potencia la aceleración a la salida de cada curva.
Un tren híbrido en China, patinetes, monopatines, motos, el tráfico se diversifica. La bicicleta „e“ se presenta como un modo de locomoción accesible a todas las edades y terrenos, además algunas ciudades incentivan su compra. En París, la flota de coches „ Autolib“ asciende a unos tres mil y se pueden alquilar tras abonarse al sistema. Al poder coger el vehículo en una de sus estaciones y aparcarlo en otra, se evita la polución provocada por la búsqueda de aparcamiento. Volvemos de pasar unos días en Turín, donde hay numerosos ejemplos de vehículos eléctricos e híbridos como autobuses urbanos, un mini-bus por la ruta turística, los coches de Correos pequeños y fáciles de aparcar. Además, como en numerosas ciudades, empresas de reparto de paquetes y de catering han optado por bicis de transporte y los agentes municipales pedalean por el casco antiguo.
Pero, de dónde sale la electricidad y cómo llega a los usuarios? Cierto es que donde circulan no contaminan pero la producción de la electricidad puede ser más o menos contaminante en función de la energía primaria utilizada. En Francia un 80% es de origen nuclear. Lo ideal sería recargar las baterías con energías renovables de proximidad o de propia cosecha, por ejemplo de excedente de los edificios autosuficientes, en cuyos proyectos se puede incluir el consumo de vehículos. Un amigo me cuenta que en sus estudios de ingeniería en los años 80, ya trataban estos temas y que por aquel entonces parecía que todo iba a avanzar más deprisa.
La fabricación de baterías a escala industrial, la extracción de sus componentes y su reciclaje tienen un considerable impacto en la naturaleza. Quedan interrogantes como el mejorar la red de recarga o de intercambio. Una opción es el leasing de las baterías lo que permite al usuario disponer de la última tecnología y que el fabricante sea el que asume el riesgo técnico. Recuperar y producir electricidad al frenar, dotarles de placas solares, y de neumáticos más eficaces, circular por carreteras solares son avances que quizás llegarán.
La elección del coche menos contaminante no es fácil. Las listas que comparan datos de emisiones y de consumo según tipos de motores eléctricos, híbridos, híbridos enchufables, etc. son cada vez más complicadas y menos adaptadas a la realidad de un uso cotidiano. Esto puede provocar la perdida de confianza de los automovilistas en soluciones alternativas. Además, la media de polución de las gamas de coches mejoran con los modelos eléctricos. Según expertos hay una buena dosis de greenwashing en esta movilidad eléctrica porque el consumo de estos coches sigue siendo relativamente alto, sobre todo los de gran cilindrada y que nos pueden parecer ecológicos sin serlo del todo. Los Estados incentivan la compra de estos coches para proteger el medio ambiente, aunque los más críticos se plantean si no será una maniobra para aumentar la producción de automóviles en esta Europa en crisis, no dejarse escapar el mercado asiático y competir con el americano. A todo esto se añade el contexto geopolítico complicado de los países productores de petróleo y gas.
Aquí por el barrio estamos de obras para remodelar las aceras y prolongar el carril de bicicletas. Para hacer sitio acaban de talar unas 40 plataneras enormes a ambos lados de la carretera nacional que es a su vez, la calle principal con negocios y viviendas. Dicen que están en mal estado, causan alergias, son asimétricas, molestan. A cambio se plantarán unos 75 tilos y fresnos. La vida de estos vecinos verdes se acabó por ser incompatibles con la movilidad moderna. O con las normativas, o con el hecho de que no sabemos solucionar problemas de circulación y de urbanismo. Aunque ese es otro tema…