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El Plan Nacional de radón que España debería tener hace más de cuatro años sigue siendo una incógnita

Once expertos en este gas radiactivo y cancerígeno, detectable en muchas viviendas e interiores de determinadas zonas de España, se reúnen en el III Congreso Nacional del Radón para analizar la situación y reclamar medidas de protección similares a las de otros países.

El radón es un gas radiactivo que se filtra al interior de los edificios desde el subsuelo. Está presente de forma natural en el terreno en muchas zonas de España donde hay suelos graníticos. Hace ya 35 años que está catalogado oficialmente por la OMS como cancerígeno, y se sabe que es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco. Sin embargo, la mayoría de la población desconoce la existencia de este riesgo para la salud, ya que ni huele ni se ve y solo se puede detectar por medios técnicos, de tal manera que muy pocas personas toman medidas para protegerse.

Para analizar la situación, contribuir a divulgar los riesgos y las posibles soluciones y concienciar tanto a los ciudadanos como a la Administración sobre este asunto, el próximo día 7 de noviembre se celebra el III Congreso Nacional del Radón, organizado por la iniciativa Vive sin radón de la Fundación Vivo Sano y que cuenta con la participación de once expertos entre físicos, geólogos, oncólogos, bioquímicos, especialistas en detección y medición de radón, técnicos en prevención de riesgos laborales y otros especialistas. El programa completo del evento puede consultarse aquí.

Congreso Nacional del Radón

La celebración de este congreso, en el que EcoHabitar participa, coincide con el Día Europeo del Radón, establecido por la European Radón Association (ERA) en memoria del nacimiento de Marie Curie, que ganó dos premios Nobel por sus estudios sobre la radiactividad. Sin embargo, pese a ser bien conocida la radiactividad del radón y estar sobradamente contrastado cómo afecta a la salud, “falta muchísima concienciación por parte de la población, lo que no sorprende porque el Gobierno no ha hecho los deberes y además se resiste a dar explicaciones al respecto”, denuncia el director de Vivesinradon.org y organizador de este congreso, José Miguel Rodríguez.

La Directiva 59/2013/EURATOM daba de plazo hasta febrero de 2018 para que todos los países miembros pusieran en marcha un Plan Nacional de Radón, “y ahora mismo, casi cinco años después, España aún no lo tiene. Es el único país que incumple ese plazo, lo cual es muy sangrante, y la UE incluso nos abre expediente sancionador por ese motivo.

Después, y sin que el ministerio de Sanidad haya publicado aún ese Plan Nacional, se publica el Real Decreto 1029/2022 de 20 de diciembre, que recoge un marco muy genérico para la protección y prevención frente al radón, pero esta normativa solo traspone parcialmente la directiva europea, y para colmo incluye una disposición adicional que da 18 meses de prórroga para establecer e implementar medidas concretas y reales de protección, así que seguimos igual que estábamos. Todo es papel mojado y los ciudadanos están desarmados ante este riesgo. No es que no sepan protegerse, es que la mayoría ni saben que existe”, lamenta este experto.

Más muertes por radón que por accidentes de tráfico

El radón es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco, incluso en personas que nunca han fumado. En fumadores, el riesgo de cáncer de pulmón se incrementa exponencialmente. La OMS calcula que entre un 3% y el 14% de las muertes por cáncer de pulmón están relacionadas con el radón. En España, esto supone que entre 1.500 y 2.000 personas mueren cada año por cáncer de pulmón debido a la exposición a este gas radiactivo, “muchas más que en accidentes de tráfico”, puntualiza Rodríguez.

Se desconoce el umbral por debajo del cual la exposición no suponga un riesgo, y por otro lado está demostrado que la mayoría de los casos de cáncer de pulmón están provocados por concentraciones bajas o moderadas, y no por concentraciones elevadas.

¿Donde esta el radón?

El radón existe de forma natural en el 70% del territorio de Galicia, en más de la mitad de Extremadura, en un área importante de Castilla y León, en gran parte de la sierra noroeste de Madrid, en algunas zonas de Castilla-La Mancha, en parte de los Pirineos y en la zona norte de Cataluña. “En todas estas zonas hay o puede haber niveles peligrosos de radón dentro de viviendas, centros de trabajo, colegios, edificios públicos o cualquier inmueble.

Donde hay un terreno de composición granítica hay o puede haber radón en los interiores de los edificios. También lo hay al aire libre, pero se diluye en la atmósfera y no supone riesgo. Sin embargo, cuando se filtra dentro de una edificación, queda estancado y se va concentrando, y las personas que viven o trabajan ahí lo respiran durante muchas horas al día, muchos días al año, muchos años”, detalla Rodríguez.


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Demasiado tiempo esperando

“De toda la radiación natural a la que estamos expuestos por el mero hecho de vivir, el radón supone entre el 48% y el 50%”, explica el responsable de Vivesinradon.org. Es decir, que recibimos más radiación del subsuelo que de los rayos de sol o de la radiación cósmica. “Y sin embargo, todo el mundo conoce los riesgos de la radiación solar. Mientras aquí seguimos en blanco con este tema, en 2015 en el Reino Unido ya se emitían anuncios en televisión advirtiendo a la población sobre cómo evitar la radiación por radón, por citar solo un ejemplo”, comenta.

También dirige sus críticas al esperado Plan Nacional de Radón: “Se rumorea que su publicación es inminente, pero llevamos esperando desde 2013 que se publicó la Directiva, así que está por ver. Por otra parte, ese Plan se está elaborando desde la administración de forma totalmente endógena, sin consultar ni a las organizaciones de radón ni a los técnicos, expertos, sindicatos y otros grupos de la sociedad civil que llevamos más de una década trabajando en este campo”, reivindica, a la vez que pone el acento en los retrasos acumulados en esta normativa.

“No da confianza ninguna el hecho de que las mismas administraciones que han sido tan laxas en el cumplimiento de plazos vayan a ser capaces de proteger de forma efectiva a los ciudadanos de un problema de salud que, paradójicamente, es tan fácilmente evitable y que evitaría muchas muertes al año”, concluye.

El estigma del tabaco minimiza los otros carcinógenos

El Dr. Juan Carlos Laguna, oncólogo médico de la unidad de tumores torácicos del Hospital Clínic de Barcelona e investigador en ese mismo hospital para evaluar el radón en pacientes con cáncer de pulmón, que también es uno de los participantes en este congreso, considera que existe una perspectiva social e incluso médica alterada sobre la acción de los carcinógenos. “El estigma del tabaco como principal causa de cáncer de pulmón provoca que haya toda una gama de carcinógenos que no se tengan en cuenta en la práctica clínica, entre ellos el radón, y que incluso muchos oncólogos los desconozcan. Yo mismo no sabía qué era el radón hasta que entré en este grupo de investigación”, confiesa.

Según una encuesta realizada en 2019 (Martin-Romato et al, SEOM 2019), el 50% de la población encuestada no sabe qué es el radón y de los que lo conocían, hasta el 53% de las personas no sabrían qué hacer frente a niveles elevados de radón en su domicilio. “Por eso es importante no solo concienciar y dar a conocer su existencia, sino transmitir que existen medidas para reducir la exposición y prevenir el cáncer de pulmón de forma eficaz, y por eso son tan importantes congresos como este, porque pueden cambiar la vida de muchísimas personas”, zanja.

Más restrictiva

La secretaria de Salud Laboral del sindicato UGT, Ana García de la Torre, otra de las participantes en este congreso, coincide en la necesidad de prevención. “Muchos trabajadores y trabajadoras pueden estar expuestos a un riesgo como el radón sin saberlo, por ejemplo quienes trabajan en sótanos o túneles subterráneos, en balnearios con aguas subterráneas, en cuevas turísticas, o simplemente quienes trabajan en plantas bajas o bajo rasante en zonas de riesgo”, detalla. Para esta experta, la normativa española, que establece límites de exposición anuales de 300 Bq/m3, “debería ser más restrictiva, siguiendo el ejemplo de países como Canadá, Irlanda o Estados Unidos, donde el límite es de 200 Bq/m”.

El radón está incluido en el cuadro de enfermedades profesionales como posible causante de neoplasia maligna de bronquio y pulmón, “y sin embargo desde 2007, primer año del que tenemos registros, curiosamente no se ha comunicado ningún parte de enfermedad profesional por esta causa. Esto nos parece alarmante porque indica una clara infradeclaración de este tipo de cáncer de origen profesional, y lógicamente si no se identifica un riesgo es imposible poner en marcha los mecanismos preventivos necesarios”, razona.

Mapas de radón

Para estudiar la posible presencia de radón en una zona y predecir los niveles de riesgo a nivel poblacional, la herramienta más utilizada son los mapas de radón, como los que elaboran el Consejo de Seguridad Nuclear o el propio Instituto para la Salud Geoambiental. Sin embargo, “en interiores como viviendas o centros de trabajo, la única forma posible de saber si hay radón es haciendo una medición, que es justo lo que contempla la Directiva europea que deben hacer los gobiernos, promover mediciones para poder implantar sistemas de protección en los inmuebles donde se constate que existe este riesgo.

Reino Unido, Irlanda, o Bélgica ya tienen planes de medición en las viviendas puestos en marcha por sus respectivos gobiernos”, puntualiza Rodríguez. Las mediciones deben realizarse siempre por parte de expertos cualificados, que evaluarán la magnitud del problema y propondrán también la solución más adecuada para cada situación. “Suele consistir en una obra menor, pero consigue reducir drásticamente la presencia de radón en interiores e incluso hacer desaparecer el riesgo”, especifica. 

Notas

Vivesinradon.org es un programa del Instituto para la Salud Geoambiental destinado a concienciar e informar a la población sobre los riesgos del radón, así como a asesorar sobre las distintas formas de protección frente a este gas. El sitio incluye varios mapas interactivos para la consulta de las zonas de riesgo y la aplicación de las normativas constructivas recogidas en Código Técnico de la Edificación. En caso de que la vivienda o centro de trabajo se encuentren en una zona con elevado riesgo de radón, Vivesinradon.org recomienda realizar una evaluación técnica del inmueble, porque eso puede traducirse en problemas para la salud a largo plazo. En función del nivel de radón detectado, los expertos recomendarán las soluciones más apropiadas para expulsar este gas radiactivo de los interiores de la construcción. El Instituto para la Salud Geoambiental es una iniciativa de la Fundación Vivo Sano.


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