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Editorial | EcoHabitar |
Año | 2019 |
Idioma | Castellano |
Encuadernación | Grapado |
Nº de páginas | 64 |
Tamaño | 21 X 29,6 cm |
Blanco y negro / Color | Color, fotografías, gráficos, ilustraciones, tablas… |
Editorial
Noticias
Reforma del espacio “DendAZ”
Beneficios de la nueva regulación sobre el autoconsumo energético
Autoconsumo y comunidades de energía
Jorge Andrey Sterner
Letras sostenibles en el corazón verde de la ciudad de Soria
Biorox y la certificación de calidad para el aire interior
En madera, otra forma de vivir (guía)
“Terramia” arquitectura drónica hecha con tierra
Nuevos estudios sobre el agua de manantial
V Congreso de Arquitectura y Salud en Barcelona
Novedades
Proyecto bio
Casa en Dima. Construida con paneles de paja certificados
Jose Luis Veiga
Susurros del viento. Vivienda de adobe en Patagonia
Marco Aresta
Técnica constructiva
Construir con tierra vertida
Joan Romero Clausell y Lucile Couvreur
Hormigones de cal
Joan Ramon Rosell y Montserrat Bosch
Formación
Experimentar la naturaleza
Rita Trombin
Economía
La inteligencia colectiva ante el efecto invernadero
Fernando González
Permacultura
Permacultura en el modelo educativo
Antonio Scotti
Secciones fijas
EcoHabitar responde
Sonia Hdez-Montaño Bou
Desde la trinchera
Mateu Ortoneda
Ecohabitantes
Borja Izaola
Crónicas aldeanas
Alfonso Flaquer
Entidades
Instituto Español de Baubiologie
Dosier
La madera
Carles Labernia Badia
Tratar la madera
Normas europeas
Componentes naturales
COV: una directiva muy confusa
Recetas
Marcas comprometidas con una química natural
Agentes de origen biótico
Tratabilidad y durabilidad
Textos: EcoHabitar
Han colaborado: Silvia De Santos, Juan Abia, Peter Mayer
Agenda
Publicaciones EcoHabitar
Direcciones de empresas y profesionales
Colaboran en este número
Pez Etudio, Jorge Andrey Sternner, Sonia Hdez-Montaño Bou, Fabio Gatti, Marion Kuprat, Toni Solanas, Mateu Ortoneda, Borja Izaola, Alfonso Carreras, José Luis Veigas, Marco Aresta, Carles Labernia Badia, Joan Romero Clausell, Lucile Couvreur, Joan Ramon Rossell, Montserrat Bosch, Rita Trombin, Fernando González, Antonio Scotti.
Fotos e ilustraciones
Pezestudio, Luis M. De Miguel Barrio, Fabio Gatti, MuDD Architects, Socyr, Mateu Ortoneda, Ruth Veiga, Ecopaja, Marco Aresta, Carles Labernia, Caracol Architecturesieux Architecture, Agence Mil-Lieux, Mathieu Neuville, Nicéphore Tsimbidaros, Joan Romero, Okambuva, Lucile Couvreur, Joan Ramon Rossell, Montserrat Bosch, Rita Trombin, Ibuku, Fernando González, Lola García, EcoHabitar.
Editorial
Aquí, en la Europa del sur, ir a la zaga de varios temas de desarrollo es la tónica general. Esta vez se trata de las ayudas al medio ambiente y a la efi ciencia energética que, según el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia1,solo representa el 5% del total, frente a la media de la comunidad europea que es el 62%. Mientras que en otros países de la UE la multiplican, concretamente por cuatro, aquí se divide por dos.
Parece ser que este escalofriante dato se debe, según la CNMC, a la cruzada contra las primas a las renovables que el gobierno de Rajoy emprendió en 2014 en un claro intento para favorecer a sus aliados del oligopolio eléctrico. Porque hasta 2012 la tendencia en inversiones y ayudas en los países de la UE y España iban en paralelo. Fue a partir de la Orden Ministerial IAT/1045/2014 que la cosa se torció, reduciendo a la mitad estas ayudas mientras que en el resto de Europa se multiplicaban.
Por si no fuera poco, España es el país del mundo que tiene más demandas ante los tribunales de arbitraje (ISDS), y la mayoría de ellas es por cuestiones energéticas, concretamente por el recorte a las primas de las energías renovables. Según cálculos la cifra podría llegar a los 7.700 millones de euros. Es de reseñar que la mayoría de las entidades que han entrado en litigio con el Gobierno español ante los tribunales de arbitraje, son grandes inversores vinculados a las energías renovables que invocan el Tratado sobre la Carta de la Energía (ECT). Se trata de multinacionales de la energía, entidades fi nancieras y fondos privados de inversión que realizaron “inversiones puramente especulativas en el sector de las renovables esperando obtener altas rentabilidades gracias a las primas que otorgaba el Estado y, cuando se recortaron dichas subvenciones pasaron a utilizar los instrumentos que les brinda la lex mercatoria para reclamar el lucro cesante”. Comentaba en una entrevista a la revista Energía Renovables2 Lucia Bárcena, responsable de la campaña #StopISDS3 en Ecologistas en Acción.
La lucha contra la crisis climática tiene enfrente, aparte de la ignorancia de muchas personas, los intereses de las grandes corporaciones, concretamente, y entre otras cosas, con la protección a las inversiones de gas y petróleo que se encuentran blindadas por el Tratado de la Carta de la Energía, un acuerdo comercial que fue fi rmado por la Unión Europea (UE) en diciembre de 1994 y entró en vigor en 1998. Hasta la fecha, 52 Estados, también la UE y EURATOM se han adherido al TCE4.
Este tratado es una joya para estas corporaciones, aparte de no establecer ningún objetivo para la lucha climática ni ningún objetivo hacia la sostenibilidad, es un mecanismo para resolver los confl ictos entre las naciones y las corporaciones energéticas que protege a estas últimas contra los cambios resolutorios de los go-
biernos legítimos que podrían dañar la inversiones y sus intereses. La pregunta es ¿cómo podemos alcanzar objetivos en las renovables si no se producen cambios regulatorios?