En general, los morteros de cal presentan las siguientes propiedades: transpiran, son muy higroscópicos, tienen gran capacidad de difusión y gran elasticidad y presentan buenas cualidades bióticas. Además, la cal tiene propiedades desinfectantes.
Su principal inconveniente es su lento fraguado o endurecimiento, con poca resistencia mecánica inicial, lo que ha provocado que en la actualidad hayan sido sustituidos por morteros de cemento.
La pintura es un material compuesto, formado por un pigmento sólido, molido y suspendido en un líquido, como agua o aceite. Los pigmentos utilizados en pinturas naturales son de origen mineral y vegetales.
Los revestimientos deben transpirar, pues el vapor generado en el interior del edificio debe poder salir al exterior para que no se produzcan condensaciones.
Los exteriores además deben ser resistentes a la erosión, sobre todo la provocada por el sol y por la lluvia e impermeables al agua líquida, pero no al vapor de agua.
Por su parte, los interiores deben ser poco conductivos, lo que se traduce en calidez al tacto. Tampoco deben emitir partículas tóxicas ni radioactividad.
Los alicatados han de cubrir la superficie mínima imprescindible, alrededor del fregadero, los lavabos y las bañeras, para no realizar dependencias húmedas estancas.
Los pavimentos más empleados en bioconstrucción, son las baldosas de barro, la tarima de madera y la losa de piedra natural, todos tratados con aceite de linaza y cera de abeja.