El informe Respirar plástico: los impactos en la salud de los plásticos invisibles en el aire[i]publicado estos días por el Centro Internacional sobre la Legislación Ambiental (CIEL, por sus siglas en inglés[ii]) denuncia el alto nivel de exposición a sustancias tóxicas que puede representar la inhalación cotidiana de micro y nanoplásticos, y recopila evidencias de los impactos de gran alcance que ello puede tener en la salud.
Según el responsable de la iniciativa Hogar sin tóxicos, Carlos de Prada, “es especialmente preocupante la exposición constante a estas partículas que puede darse en espacios cerrados, tales como los hogares o centros de trabajo, donde se detectan mayores concentraciones que en espacios abiertos, al liberarse poco a poco desde los más diversos artículos que puede haber en interiores”. De Prada recuerda que “los europeos pueden pasar hasta un 90% de su tiempo en espacios cerrados, lo que es especialmente preocupante puesto que respiramos miles de litros de aire al día, así que la cantidad de micro y nanoplásticos que puede entrar en nuestro organismo simplemente por respirar es ingente”.
Tal y como revela el informe de CIEL, se ha documentado bien la presencia de sustancias químicas tóxicas de los plásticos en el polvo de espacios cerrados, sustancias que, según añade dicho informe, “están relacionadas con toxicidad reproductiva, alteración endocrina, carcinogenicidad o mutagenicidad”. Algunos de estos contaminantes presentes en los micro y nanoplásticos son el bisfenol A (BPA), los éteres de difenilo polibromados (PBDE) y los ftalatos.
Más de 2.400 sustancias preocupantes
Según el informe, los micro y nanoplásticos pueden contener infinidad de sustancias químicas diferentes, afirmando que se habrían identificado más de 10.000 empleadas en los plásticos de las que unas 2.400 al menos podrían ser preocupantes[iii], aunque la toxicidad de muchas otras sustancias posibles no ha sido debidamente evaluada[iv]. Por otro lado, los autores del informe destacan que los tóxicos contenidos en esas partículas vienen a sumarse a otros presentes en el cuerpo humano y que llegan a él a través de otras vías, pudiendo crearse peligrosos efectos combinados que potencien las consecuencias.
Como apunta el responsable de Hogar sin tóxicos, “a pesar de su aparente simplicidad, en realidad los plásticos son cócteles de una enorme cantidad de sustancias distintas que se han empleado en su fabricación, como plastificantes para darles ductilidad, retardantes de llama, colorantes y otras posibilidades, sin que se divulgue debidamente qué sustancias son estas”. Muchas de estas sustancias se van liberando, por no estar químicamente unidas al plástico, a medida que los plásticos se degradan[v]. Pero, además de las sustancias citadas, a los micro y nanoplásticos pueden adherirse sustancias tóxicas presentes en el medio ambiente como metales pesados, contaminantes orgánicos persistentes o hidrocarburos aromáticos policíclicos.
Según el documento, “la cantidad de micro y nanoplásticos atmosféricos en las cercanías de un individuo puede llegar a 5.700 por metro cúbico” y “se estima que una persona puede inhalar hasta 22.000.000 micro y nanoplásticos al año[vi]”. Una investigación científica[vii] encontró infinidad de estas partículas en los pulmones humanos en 2022.
Alteradores hormonales
Los micro y nanoplásticos son partículas tan pequeñas[viii] que generan una polución “invisible” que, a través de los pulmones, pueden pasar a los ganglios linfáticos u otros tejidos y órganos secundarios desde la sangre. El informe los compara con un “caballo de Troya” en el que se ocultan y transportan sustancias nocivas, como por ejemplo “sustancias químicas que alteran las hormonas y relacionadas con la diabetes, la infertilidad y los cánceres hormono dependientes”. Según detalla el documento, los estudios muestran una serie de efectos adversos a lo largo del tracto respiratorio y más allá, que van desde la irritación hasta la aparición de cáncer en casos de exposición crónica. Los estudios también indican una gama potencial de efectos en el desarrollo de la primera infancia.
Los datos mostrados indican que el problema de la contaminación por plásticos y sus implicaciones va mucho más allá de la contaminación marina y de su presencia en los más diversos ecosistemas terrestres, por remotos que sean, destacando la relevancia de su difusión a través de la atmósfera, “una ruta de transporte aún más rápida que las corrientes oceánicas, pudiendo trasladarse miles de kilómetros en cuestión de días”
El informe es pesimista, además, sobre la evolución futura del problema, ya que “si no se toman medidas, el volumen de emisiones de microplásticos en el aire crecerá en paralelo al aumento esperado en la producción de plástico[ix], lo que resultará en un mayor riesgo de impactos tóxicos y la propagación de productos químicos potencialmente tóxicos”, por lo que insta a que “los reguladores reduzcan drásticamente la producción de plásticos y eliminen gradualmente los productos químicos peligrosos”.
Vía Hogar sin Tóxicos www.hogarsintoxicos.org
- [i] https://www.ciel.org/reports/airborne-microplastics-briefing/
https://www.ciel.org/wp-content/uploads/2023/03/Breathing-Plastic-The-Health-Impacts-of-Invisible-Plastics-in-the-Air.pdf - [ii] International Center for Environmental Law
- [iii] Cumplen uno o más de los criterios de la Unión Europea para la persistencia, la bioacumulación y la toxicidad.
- [iv] Helene Wiesinger, Zhanyun Wang, and Stefanie Hellweg, “Deep Dive into Plastic Monomers, Additives, and Processing Aids,” Environmental Science & Technology 55, no. 13 (July 6, 2021): 9339–51, https://doi.org/10.1021/acs.est.1c00976.
- [v] A Scientific Perspective on Microplastics in Nature and Society (DE: Science Advice for Policy by European Academies, 2019), 47, https://doi.org/10.26356/microplastics.
- [vi] Kieran D. Cox et al., “Human Consumption of Microplastics,” Environmental Science & Technology 53, no. 12 (June 18, 2019): 7071, https://doi.org/10.1021/ acs.est.9b01517; Kurunthachalam Kannan and Krishnamoorthi Vimalkumar, “A Review of Human Exposure to Microplastics and Insights Into Microplastics as Obesogens,” Frontiers in Endocrinology 12 (2021): 978, https://doi.org/10.3389/ fendo.2021.724989; Zhang et al., “Atmospheric Microplastics,” 12; Qun Zhang et al., “A Review of Microplastics in Table Salt, Drinking Water, and Air: Direct Human Exposure,” Environmental Science & Technology 54, no. 7 (April 7, 2020): 3747, https://doi.org/10.1021/acs.est.9b04535; See also Alvise Vianello et al., “Simulating Human Exposure to Indoor Airborne Microplastics Using a Breathing Thermal Manikin,” Scientific Reports 9, no. 1 (June 17, 2019): 8670, https://doi. org/10.1038/s41598-019-45054-w; “World-First Investigation Finds People Are Breathing in 100 Times More Microplastics,” accessed November 12, 2021, https://www.portsmouth.co.uk/news/people/world-first-investigation-by-university-of-portsmouth-and-good-morning-britain-finds-people-are-breathingin-100-times-more-microplastics-in-homes-than-thought-3449090.
- [vii] Lauren C. Jenner et al., “Detection of Microplastics in Human Lung Tissue Using MFTIR Spectroscopy,” Science of The Total Environment 831 (July 20, 2022): 4, https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2022.154907.
- [viii] Las partículas se denominan microplásticos cuando tienen menos de 5 milímetros de diámetro. Sin embargo, los microplásticos en el aire son mucho más pequeños, incluso una partícula de 0,5 mm (500 micrómetros (µm)) se considera grande. Cuando los fragmentos de plástico tienen un tamaño inferior a 0,001 mm (equivalente a 1 μm o 1000 nanómetros (nm) se denominan nanoplásticos (un nanometro es la milmillonésima parte del metro o la millonésima de un milímetro).
- [ix] Se prevé que la producción de plástico, incluidos los microplásticos primarios, aumente en las próximas décadas, de 9200 millones de toneladas métricas en 2017 a 34 mil millones de toneladas métricas para 2050.