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Una casa orgánica pentagonal de Bioterre

El objetivo principal del proyecto de esta casa orgánica pentagonal era conseguir una vivienda de tierra cruda saludable y armónica integrada al riquísimo entorno natural, al pie del Parque Natural del Montseny, a unos cincuenta kilómetros al norte de Barcelona.
Arquitectura orgánica

Situada en una zona residencial exterior de la pequeña villa de Sant Esteve de Palautordera. Los clientes, una familia humilde y de gran corazón con dos hijos pequeños que se están formando en una escuela Waldorf.

Desde el inicio vinieron a buscarme para guiarles y llevar a cabo un proyecto orgánico con una concepción holística, complementando la formación académica en la Bauhaus en Arquitectura de la madre. Se partió de los principios de la Ecoarquitectura. Se concibió como un organismo vivo, que fuera capaz de recoger su propia agua de lluvia, obtener su energía del Sol y que estuviera profundamente enraizada y vinculada a la tierra, como extendiendo sus raíces por la parcela y el huerto contiguo.

Un organismo vivo, que fuera capaz de recoger su propia agua de lluvia, obtener su energía del Sol y que estuviera profundamente enraizada y vinculada a la tierra.

El acceso a la información y sabiduría del lugar se hizo mediante un proceso meditativo. En ese estado de no mente, en ausencia de las neuras y pensamientos del ego del arquitecto, y donde todo es Uno, apareció el patrón formal de una flor pentagonal. Esto encajó sorprendentemente con los dibujos esbozados por uno de los niños realizados al mismo tiempo. Nos pareció como si la forma se encontrara en el campo cuántico accesible para ser materializada, lejos del plano mental.

El proyecto en familia

En este proceso proyectual, la participación de la familia al completo fue algo fundamental. Por ello fue básica la interacción y fluidez que nos dio la maqueta de barro, que se muestra en la ilustración de la izquierda. No sólo para la comprensión, sino también para la apropiación de la idea, en un camino coherente, nacida del barro y para finalizar en barro.

El trabajo con las manos incentiva el trabajo de ambos hemisferios cerebrales y permite que fluyan, del subconsciente y de nuestra conciencia, soluciones originales y apropiadas que integran todos los elementos. Ha sido un proyecto concebido y ejecutado con cariño y amor hacia el lugar y los seres que lo van a habitar. Con esta concepción tan orgánica los muros debían desarrollarse en este patrón pentagonal, pero, a su vez, curvándose en esquinas y prolongándose en sus contrafuertes, suavizando las concentraciones de carga y las ondas de forma.

La proporción áurea del pentágono

El pentágono es un polígono que lleva integrada la proporción aurea, y es, a su vez, el generador del dodecaedro, uno de los cuerpos platónicos asociado al elemento éter. La relación proporcional entre sus lados y sus diagonales es de 1.618. Es algo que ya sabía y utilizaba la cultura griega y, sobre todo, la escuela pitagórica, por ello desarrollaron como su símbolo la estrella de Italia, formada por el cruce de todas las diagonales del pentágono.

Casa orgánica pentagonal de Bioterre
Fachada exterior de la casa pentagonal. 

El proyecto

La ubicación del proyecto se encuentra a unos 300 metros de altura, al estar al lado del macizo del Montseny, tiene unas condiciones más severas invernales que en la zona litoral. A este nivel tuvimos que contar con el hándicap de tener buenas vistas en la cara norte. 

La zona es de viviendas unifamiliares aisladas, y en el lado sudoeste hay un parque infantil. El acceso es por lado sudeste y la parcela, de 600 m2, no queda perfectamente orientada a sur. Ello propició que el juego de orientaciones del pentágono nos generara una doble orientación hacia sur, en dos caras de la casa.

Esquinas redondeadas para evitar el viento

Para minimizar la fricción del viento y evitar una excesiva concentración de energía en las esquinas, estas se redondearon o se prolongaron hacia unos contrafuertes que se convirtieron en los articuladores del espacio exterior y puntos de recogida de las aguas pluviales de la cubierta.

También se anexiona el taller-sala de instalaciones en cara nordeste e integra una rampa para ir desde el huerto a la primera planta de los dormitorios. Esto genera un mejoramiento bioclimático, al semienterrar esta zona norte de la casa, aumentando el aislamiento y la inercia, y disminuyendo la exposición al viento y al frío. La rampa es también una manera de mejorar la accesibilidad y generar una continuidad entre la cubierta ajardinada del taller con el huerto.

El vestíbulo de la casa también hace las funciones bioclimáticas de invernadero, y así minimiza las pérdidas térmicas al entrar y salir. La despensa y cocina se encuentran en la cara más fría y hacen de espacios tapón al no disponer de calefacción. La distribución general interior gira alrededor de la escalera, del lucernario central y de la estufa de biomasa, para distribuir la energía calorífica y lumínica homogénea centrípetamente.

La fundación

En esta fase, en el centro geométrico de la casa, se ubicó un espacio enterrado para hacer el ceremonial de la primera piedra, un hecho muy valioso heredado de antiguas culturas. Este centro sagrado tiene el objetivo, por una parte, de enterrar objetos especiales para la familia que definen las intenciones y deseos para la vida en la nueva casa; por otro lado este ceremonial sirve para concienciar a todos los profesionales de la importancia y repercusiones de su trabajo en beneficio de una familia. Y por otra parte sirve también para pedir permiso y agradecer a Gaia, nuestra conciencia planetaria, la posibilidad de remover sus entrañas para asentar la casa y utilizar sus materiales naturales acuñados durante miles de años.

La obra se asienta sobre una base cuaternaria muy resistente de bolos, arenas y arcillas. Se soluciona de manera simple, con una zapata rígida y un mínimo armado de reparto  de tensiones en su base. Para evitar las alteraciones del campo magnético o las concentraciones de carga errantes es básico no emplear armados metálicos en la zapata.

Una alternativa es utilizar barras de fibra de carbono o de vidrio, pero su alto impacto ambiental en la fabricación y al ser derivados de recursos no renovables hacen que nos decantemos por un armado de bambú de 20 mm de diámetro, técnica que he estado utilizando e investigando durante los últimos 20 años. Un factor fundamental es la adherencia entre el hormigón y las cañas, ya que los módulos elásticos no son tan semejantes como con el acero. Son muchos los ensayos que hemos efectuado para su mejora, desde generar ataques alcalinos en la superficie, a adherir resinas y arena.

Adherencia

Pero la que destaca, es la adherencia mecánica mediante microcortes. Otro factor es la protección contra insectos o pudrición mediante el borato sódico o bórax, a parte de la protección que genera la cal libre de la matriz aglomerante del hormigón.

De la misma manera se refuerza el arranque del muro de contención de BTC.

La barrera anticapilaridad de los muros se hizo mediante membrana Tiveck de polipropileno y complementado mediante zócalo de piedra reutilizada de la propia excavación. Es importante que el revoco exterior no llegue al suelo para evitar problemas de salitre y de mantenimiento a lo largo de los años.

Muros

La composición y las características de los muros responden a un buen diseño bioclimático y eficiente de la envolvente del edificio. La tecnología utilizada es el BTC Bioterre (Bloque de Tierra Comprimida). Esta tecnología se equipara al resto de tecnologías constructivas estándares. Se garantizan unas resistencias mínimas homologables, un control de las prestaciones arquitectónicas obtenidas, y una durabilidad ante el ataque del agua y, sobretodo, del hielo. En base a toda la amplia experimentación y métodos expuestos en mi tesis doctoral, podemos afirmar que hoy en día es factible tener un material de calidad y estandarizable ejecutado con tierra. 

El uso de la tierra minimiza el consumo energético en fabricación, transporte y reciclaje, genera una mejor permeabilidad del muro, que, además, debido al alto intercambio catiónico de las arcillas naturales crudas se confiere una enorme capacidad de regular la humedad y de absorber tóxicos presentes en el ambiente. Hay que constatar su capacidad terapéutica usada en masajes y dietas. Además, su plasticidad facilita la absorción acústica y sísmica, a la vez que confiere un enorme aislamiento e inercia térmica, originados por su estructura de filosilicato. No hay que obviar que contienen capas de sílice, la celda fundamental del cuarzo, de interés por su alta capacidad de retener información.

Fachada al sur

Los muros de las fachadas orientadas a sur son de 30 cm macizos de BTC, dispuestos en dos hojas separadas para aprovechar las máximas prestaciones de acumulación térmica. En cambio, en los muros norte se combina la inercia con el aislamiento ejecutándose una hoja interior de 15 cm, cámara de aire de 3 cm, aislamiento de 10 cm de fibra de madera (Pa-vatex) y hoja exterior de BTC de canto (9,5 cm) –ambas hojas unidas por conectores de acero galvanizado marca Murfor–.

Para el aparejo del BTC se utiliza un mortero bastardo de cal aérea y cemento portland en relación 1/1/7, y juntas matadas de 1,5 cm, preparadas para ser revestidas. Solo se dejan vistos los muros interiores del garaje, por lo que el mortero lleva incorporado una pequeña fracción de tierra arcillosa cribada para dar un color más parecido al bloque.

BTC como elemento bioclimático para una casa orgánica

Para calefactar las habitaciones de la planta primera se utiliza la tecnología de muro radiante, embebiendo los tubos de polietileno en los revestimientos interiores de tierra. 

A nivel de captación pasiva también se han generado una serie de muros trombe en los muros SE y SO de la planta primera, ubicados en los antepechos de las ventanas. Se han realizado mediante BTC de grosor 10 cm con un acabado exterior de estuco a la cal con color oscuro e interiormente con el mismo revoco de tierra en el resto de la vivienda. El color es para incrementar el coeficiente de absorción solar a un 70%.

Carpintería

La carpintería es de madera de roble y castaño, priorizando las maderas locales como concepto básico de sostenibilidad. Se colocan a mitad del muro y se esconde el premarco por la cara exterior, efectuando un escalón, de la misma forma en que se utilizaba en las masías tradicionales catalanas. Los vértices interiores del muro se biselan para mejorar la entrada de luz y ampliar el radio de abertura de las carpinterías. Para ello se corta el Bioterre mediante radial.

Casa orgánica pentagonal de Bioterre
Cubierta recíproca.

La estructura de la casa orgánica

La estructura en forjados y cubierta es de vigas de madera de castaño de sección 17 x 17 cm. En la cubierta se disponen para formar una estructura recíproca con encajes diseñados y efectuados mediante 3D. Este método estructural derivado de las antiguas construcciones hopi y de los templos japoneses permite cubrir grandes luces con pequeños elementos. Cada viga apoya en la anterior. Ello permite tener una planta libre interior, precepto de la Arquitectura racionalista por el que tanto se han justificado las ingentes cantidades de acero y hormigón en nuestros hogares.

La disposición en espiral de las vigas genera un lucernario central de 2.6 metros de diámetro. Las cargas se distribuyen muy homogéneamente y se derivan primordialmente a las esquinas que van reforzadas con contrafuertes.

El lucernario central había sido concebido como un elemento importante para recibir la luz solar a través de un dodecaedro de cristal, para inundar la casa de fotones con una determinada información. Al final se realizó con un lucernario bivalvo de metacrilato motorizado, para permitir el efecto Camini en verano.

Casa orgánica pentagonal de Bioterre
Arranque de la escalera en espiral. La luz del lucernario acompaña.

Revestimientos

El revoco exterior se ha realizado en 3 capas con cal aérea para mantener una de las propiedades fundamentales de la bioconstrucción, la transpirabilidad.

El color de la arena nos dio un color de acabado óptimo sin necesidad de pintar posteriormente. En el exterior se aplicó un tratamiento consolidante con una dilución de silicato potásico y una protección hidrofugante en base a aceite de siliconas, gran hidrorrepelente y con muy bajo índice de emisión de COV (compuestos orgánicos volátiles). Para evitar fisuras en las zonas de cambio de material se ha utilizado también malla plástica para retracciones diferenciales.

En el interior se han ejecutado revocos de tierra en tonos naturales. Estos revestimientos aumentan la inercia interior trabajando acorde con la tecnología del muro radiante, y ayudan a regular la humedad del ambiente gracias a las propiedades higroscópicas de las arcillas, por no nombrar también las propiedades terapéuticas del barro. La ejecución se hizo en 2 capas trabajando con una arcilla local del Empordà, suministrada por la empresa “Argiles colades”. La primera capa contiene un porcentaje de paja triturada para aminorar las retracciones y la segunda es la de acabado con diferentes posibilidades cromáticas. Esta primera capa se realizó con máquina de proyectar en húmedo para agilizar los trabajos.

Casa orgánica pentagonal de Bioterre

Comprobaciones geobiológicas

Al finalizar la obra hicimos una prospección para ver cómo la geometría había modificado y transmutado las energías del lugar. Una corriente de agua se detectaba muy ligeramente, pero el nivel energético, según la escala de Bovis estaba por encima de los 7000. En el espacio central, bajo el lucernario se alcanzaron valores de 10.500 en la zona de energía meditativa.


Te puede interesar: Geobiología y bioconstrucción. 1ª parte


Agradecimientos

Ante todo agradecer a Xavi e Inga la confianza depositada y sus ganas de compartir todo el proceso, cultivando entre todos un clima de trabajo amoroso y magnífico. Y también, a todo el equipo profesional que ha trabajado en ello como Pilar Palau en el interiorismo, Estebe Navarrete como arquitecto colaborador, David Pradas y Francesc Armengol como aparejadores Xavi Puig y Albert Ventura (Bioterre) como constructores, y a Erik y Max como carpinteros. γ

*Gabi Barbeta es Doctor Arquitecto. Profesor Ecoarquitectura  UdG. Director Máster de Construcción en Tierra  y Postgrado Salud y Armonía del Hábitat. Profesor Máster Sostenibilidad y Estructuras de la UPC. Fundador de la Agrupación  AUS. Comité AEN / CTN 41 / SC 10 “Edificación con tierra cruda” y comisión Nacional CTE-Tierra. Investigador activo tecnologías low tech del grupo CADS. Fundador ONGD Arquitectura social y de la “Xarxa Ecoarquitectura”. Autor de múltiples proyectos en tierra, seleccionado en la exposición de arquitectura medioambiental del CSAE y en el concurso internacional de Tenerife; premios Endesa, Ecoviure y BAM 2010 por la escuela Font del Rieral; premio Ecoviure 2012 vivienda semienterrada de BTC.

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